La selección olímpica de fútbol se vio sorprendida por Japón y cosechó su primera derrota en estos Juegos (0-1). El combinado de Luis Milla dio demasiadas concesiones en defensa y no estuvo acertado de cara a puerta. Otsu marcó el único gol del encuentro tras un error en el marcaje de Montoya. La Rojita jugó toda la segunda parte con uno menos tras la expulsión de Íñigo Martínez en el 41'.
En la primera parte, Japón continuó con la misma presión con la que comenzó, aunque la selección española sub-21 dominó en los primeros minutos. Los continuos fallos en la defensa española pudieron suponer tantos de los japoneses, pero hasta el minuto 33 de la primera parte la selección japonesa no pudo materializar ese gol. E un saque de esquina favorable a Japón, Otsu le ganó la posición a Martín Montoya. De Gea se quedó totalmente vendido y no pudo hacer nada después de un desajuste en la defensa. Cinco minutos después, Montoya regaló el balón a un rival y tras superar a De Gea y con poco ángulo, cruza en exceso el balón: Japón casi marca el 0-2. Pero lo que acabó con la poca moral de los españoles fue la expulsión de Íñigo Martínez en el minuto 41 después de que el defensa español hiciera falta a Nagai cuando era el último defensa; e colegiado sacó la roja directa para el jugador sin ningún tipo de duda.
Durante la segunda parte, los españoles intentaron que la baja de un jugador no se notase, pero Japón continuaba llegando con frecuencia a la portería rival. Aunque Jordi Alba y Mata tuvieron en sus botas el empate, el marcador no se movió. Durante los 4 minutos de añadido, una última falta peligrosa a favor de España la mandó Mata a lo alto del larguero.
Honduras y Marruecos firman un empate positivo para España
El otro partido del grupo de España terminó con un empate que no termina de ser malo para la selección olímpica española. El partido empezó trepidante, pero fue calmándose poco a poco ante la tensión que siempre imprime un encuentro inaugural. Se vieron pinceladas de los más talentosos jugadores hondureños, y también tímidos acercamientos por parte de Marruecos. Ninguno de ellos era capaz de conectar con los delanteros.
Quien afilara antes los colmillos se pondría por delante y tuvo que ser el getafense Barrada, uno de esos centrocampistas con llegada que apenas quedan, el que aprovechara otra buena incursión de Labyad por la banda para hacer el primer tanto desde fuera del área. Un golazo del más incisivo de los futbolistas sobre el campo. Todo lo contrario de lo que ocurrió poco después con Najar, que falló incomprensiblemente a puerta vacía una asistencia en forma de regalo de Peralta.
Pero con el cambio de escenario se revolvieron las aguas. Honduras salió más decidida tras el descanso y consiguió darle la vuelta al partido. Ayudaron a ellos los errores defensivos de Marruecos.
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